Nokia N1: Regreso a Android sin personalidad

Tras su lanzamiento en noviembre para el mercado chino por fin se ha podido comprobar en Europa el funcionamiento de la tableta Nokia N1, cómo no, ha sido en el Mobile World Congress de Barcelona que se está desarrollando estos días en la ciudad Condal. La empresa finlandesa nos presenta este dispositivo nacido de las fracturas en Microsoft, además de marcar la vuelta al empleo del sistema operativo Android. Por lo de ahora en el único mercado en donde ha estado disponible (China) sus ventas han sido un éxito gracias a unas características potentes junto a un buen precio, sin embargo el comercio occidental no es igual al asiático, a lo que debemos añadir que la firma que antaño dominaba hoy es vista como una migaja en descomposición, y una mala imagen nunca ayuda.

Un diseño gris, comercial, sin diferenciación de otras marcas, así es la Nokia N1, a la que es imposible no comparar estéticamente con el Ipad Mini, incluso en dimensiones (200,7x138,6x6,9 milímetros) se pueden apreciar demasiadas similitudes como para ser una sencilla casualidad. De todos modos como hemos dicho en líneas anteriores este terminal cuenta con unas especificaciones de calidad que van acompañadas de un precio económico, lo que la hace atractiva. Esas características de las que hablamos son las siguientes: Una pantalla IPS de 7,9 pulgadas con resolución 2048x1536 píxeles, LCD y con Corning Gorilla Glass 3; un procesador Moorefield Intel Atom Z3580 que contará con cuatro núcleos a 2,33 GHz, estamos ante el más avanzado de los procesadores de Intel, que irá de la mano con una Unidad de Procesamiento Gráfico IT PowerVR G6430 que llega hasta 533 MHz; una memoria RAM LPDDR3 de 2GB y un almacenamiento interno de 32 GB; una batería de 5.300 mAh, una cámara trasera de 8 Mpíxeles y una cámara frontal de 5 Mpíxeles. En cuanto al sistema operativo la firma de Finlandia ha decidido regresar al software estándar en el mercado, Android, en su última versión, Android 5.0 Lollipop aunque recibirá el apoyo de Z Launcher, que no supondrá ninguna variación en el sistema operativo puro pero aportará más prestaciones. En el ámbito de conectividad podremos disfrutar de Wi-Fi, Bluetooth 4.0, DLNA, USB 3.1, Micro USB 2.0 y Jack 3.5 milímetros. Por último decir que tendrá un peso de 318 gramos y un precio de 220 euros, este último dato hace de esta tableta la persona con la que todo el mundo quiere bailar, si no fuese por su falta de personalidad probablemente estaríamos hablando de un producto estrella.

En Androdino tenemos claro que este aparato será tremendamente competitivo, cuenta con un SoC de los mejores del mercado y una pantalla envidiable, además de funcionar fluidamente en cuanto al software, pero lo mejor de todo y lo que lo catapulta más en la cuota de mercado que poseerá es su buen precio. En cambio detestamos en lo que se ha convertido Nokia, un diseño de imitación donde no se aprecia un buen trabajo ni ganas de agradar al consumidor o innovar sino simple y llanamente el vender por vender, sin otra meta. No somos ingenuos, el objetivo de una empresa siempre son los beneficios, pero hay muchos caminos para lograrlos y opinamos que el que ha escogido la compañía finlandesa es un sendero cara un abismo más profundo que en el que se encuentran. Cuando un gigante cae que se levante es tremendamente complicado, Nokia quiere atajos para volver a la cúspide, pero así lo único que conseguirá es generar malestar en el consumidor a pesar de que a corto plazo pueda obtener cuantiosos beneficios.