Después de la tormenta llega la
calma, tras seis meses en los tribunales Microsoft y Samsung cierran un
acuerdo confidencial por el cual ponen fin a su disputa, nacida por la negación
de la empresa surcoreana a pagar las patentes a la compañía estadounidense por
el uso de Android.
Todo comenzó en agosto, cuando Microsoft
interpuso una denuncia a Samsung ante la Corte Federal de
Nueva York. Esta demanda era fruto de lo que la compañía fundada por Bill
Gates consideraba un impago de
los derechos por propiedad intelectual por parte de la empresa de Seúl. Los
derechos de propiedad que reclama Microsoft pertenecen al impuesto que
cobra a los fabricantes de dispositivos móviles que emplean el sistema
operativo de Android. En el 2013 la compañía ya poseía un acuerdo con el 50%
de los fabricantes, de tal forma que acabó el año mencionado ingresando
alrededor de 2.000 millones de dólares procedentes de esta tasa. Samsung
pagó este impuesto hasta que desde Redmond se anunció la apuesta de comprar a Nokia.
La firma surcoreana entendió este acto de Microsoft como una violación de los
acuerdos que ambas compañías tenían desde 2011, por lo tanto decidió dejar de
pagar la tasa por propiedad intelectual que la empresa estadounidense reclamaba.
Esta decisión de Samsung supuso que Microsoft dejase de cobrar 6,9
millones de dólares, y fue entendida como una ruptura de los “famosos” acuerdos de 2011, a los que
parece que las dos compañías se acogieron en sus defensas. De este modo, como
decíamos al comienzo, se llegó a agosto, el mes en el que la firma
estadounidense demandó a Samsung. Tras un par de meses en los
tribunales la empresa acusada solicitó el arbitraje de la Cámara de Comercio Internacional, con sede en Hong Kong.
El conflicto continuó sin solución hasta el pasado 9 de febrero, cuando ambas
compañías hicieron público en su web que habían llegado a un acuerdo
confidencial mediante el cual ponían fin a su disputa. He aquí un extracto de
lo dicho:
"Samsung
y Microsoft se complacen en anunciar
que han puesto punto y final a su disputa contractual en los tribunales de
Estados Unidos, así como al arbitraje en la Cámara de Comercio Internacional (CCI). Los términos del acuerdo son
confidenciales"
Toda suposición de
lo que ha llevado a estas compañías a enterrar el hacha de guerra es un
ejercicio de idealismo, pero desde AndroDino señalamos dos posibles
causas de que llegase la calma entre los dos gigantes. Por un lado tenemos a Samsung
sumergido en un profundo declive que sus competidores están aprovechando, la
compañía surcoreana no se puede permitir seguir con Microsoft como enemigo,
lo necesita como ese aliado que le dé el impulso necesario para recuperar sus ingresos
y cuota de mercado. Por el otro lado tenemos a Microsoft trabajando en
el desarrollo del sistema operativo Windows 10, la firma fundada por Bill Gates
necesita empresas consolidadas con las que trabajar y poner a disposición del
consumidor su nuevo proyecto, Samsung cumple con todas las
características para ser el expositor perfecto del nuevo trabajo de Microsoft.
Mas como hemos dicho todo esto son suposiciones, solo nos queda ser prudentes y
estar atentos a cómo evoluciona la situación para saber si estas suposiciones
son fundadas o infundadas.
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