Apple Music llegará a Android en otoño, falsa paz en la Gran Guerra

Una batalla sin treguas, dos púgiles en su mejor momento, con la edad y el peso adecuado. Cae un golpe detrás de otro, si uno es el que recibe al momento será el otro el que reciba un buen directo que le deje aturdido. Las apuestas están divididas, parece que es un combate que se decidirá a los puntos y en el decimocuarto asalto, como los clásicos. Sin embargo algo sorprendente ocurre, los dos boxeadores se dan la mano, se abrazan y se besan. Esto podría ser perfectamente la historia entre Google y Apple, que por cierto no ha llegado a su fin.

Y es que los dos gigantes han trabajado juntos para hacer posible que el futuro otoño llegue a Android el nuevo servicio de los de Cupertino, el Apple Music. No solo llegará al software del macaco verde, sino que también llegará a las computadoras Windows, pero evidentemente llama más la atención el pacto con Google por circunstancias obvias.

Esta nueva plataforma que ya está disponible en iOS no dista mucho de otros reproductores de música online como Spotify, ya que esa es su función, reproducir música en streaming a través de distintas emisoras de radio y artistas, que irán acompañadas de una estación general, sin especializar, de la compañía. La posibilidad de subir música a este proyecto hace que tenga bastantes similitudes con iTunes Match, del cual esperamos que desaparezca en cuanto llegue este Apple Music.

Las comparaciones no se acaban aquí, pues la interfaz, nada atractiva por cierto, está a caballo entre Beats Music y iTunes, una gran desventaja para un producto que tiene competidores de niveles astronómicos. En cambio su experiencia de uso, por lo menos en iOS, es sencilla y cómoda, contrarrestando un poco esos puntos negativos que le da al reproductor su mala presentación visual. En cuanto a la cuota a pagar será de 9,99$, con la posibilidad de realizar más gastos para adquirir una cuenta premium.

Desde AndroDino no tenemos mucho más que decir sobre este acuerdo, solamente pongamos punto y aparte a la historia, démosle un pequeño final por lo de ahora mediante el cual expresar lo que pensamos de este trato de gigantes: Entonces, el púgil de calzón plateado no lo dudó, se aprovechó de la baja guardia de su rival y no tardó en estamparle su gran puño en la cara. Había penetrado en la guardia del enemigo gracias a una situación de relax de la que su rival creía que se iba beneficiar. Los más viejos del lugar comentan que en la cara del derrotado quedó estampada una manzana mordida.